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A
mediados del año 2011, cansados de la política en materia de vigilancia de la
salud mantenida por la empresa Tragsa quien más que preocupada en la salud y en la prevención de enfermedades de la plantilla de trabajadores de las Brigadas de
Emergencia, ha ido buscando una manera de acreditar la ineptitud sobrevenida por
la pérdida de las aptitudes físicas, que justificaría el despido objetivo del personal
que desempeña tareas de prevención y extinción de incendios forestales. Esta
situación lejos de subsanarse se acrecienta y no deja de resultar
contradictorio debido a que el cuadro excluyente que tiene la Mutua para
declararnos no aptos,
no conlleva que el trabajador tenga su capacidad laboral disminuida hasta el
punto que le incapacite temporal o definitivamente para una profesión para la
que no es apto. Hartos de esta actitud, de esta situación tan injusta, que se repite año
tras año y que solo sirve para llenar los
bolsillos de algunos más que para velar por nuestra salud, desde la Sección
Sindical de CC.OO. en Tragsa hicimos la pertinente denuncia en la Dirección General de la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social sobre la sostenibilidad de someter a los trabajadores fijos de
plantilla a un reconocimiento médico anual y previo al trabajo, como exige
TRAGSA, en cumplimiento de lo dispuesto en el art. 27 del V Convenio Colectivo
del personal de la empresa adscrito al servicio Brigadas de Emergencia al
contravenir con ello lo señalado por el art. 22 de la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales, en lo relativo a que el trabajador
preste su consentimiento y a que los datos resultantes de la vigilancia de la
salud no puedan ser usados con fines discriminatorios ni en perjuicio del
trabajador.
La resolución de la inspección de trabajo indica que la empresa no puede, amparándose en una norma convencional, imponer
la vigilancia de la salud al colectivo de trabajadores integrantes de las
Brigadas de Emergencia, ya que el Convenio Colectivo con carácter general, no
puede ser instrumento para prestar un consentimiento colectivo que sustraiga
libremente la capacidad del trabajador de decidir libremente.
Esta resolución, para cualquier otro empresario, habría supuesto en la
práctica que le toca la lotería por la cantidad de dinero que se ahorraría en
reconocimientos médicos inútiles. Pero esto no desanima a Tragsa, que aún
reconociendo la ilegalidad del artículo 27 del Convenio Colectivo, es decir, el
relativo a los reconocimientos médicos, ha decidido ir a ver al Inspector de
trabajo que le dio el requerimiento, con UGT y CGT (que curiosamente tienen en
su plataforma que el reconocimiento médico sea obligatorio) para ver si pueden
conseguir que dicho Inspector cambie de opinión.
No penséis que lo hacen porque les importe lo más mínimo vuestra salud,
ya que nunca le ha importado lo más mínimo y si no que se lo pregunten a los
compañeros que cada año intentan despedir, con el noble fin de salvarles la
vida, por motivos tan peregrinos como un ligero exceso de peso, unas gafas mal
graduadas, hipertensión o cualquier criterio subjetivo que se les ocurra a los
mercenarios de la mutua contra la que nunca se ha opuesto Tragsa ni ha dado la
cara por nosotros.
Mas bien, parece que lo hacen por motivos menos… altruistas y más
pecuniarios. ¿Cuánto puede valer un reconocimiento médico? ¿Cuántos miles de
trabajadores estamos en Tragsa? ¿Quién paga nuestros reconocimientos médicos?¿Quién mandaba hasta hace poco en Tragsa y es ahora un alto cargo de nuestraamada mutua? En pocas palabras, quien coño se llena los bolsillos con todo este
montaje donde lo que menos importa eres tú y tu salud?
Gracias a la denuncia que la Sección Sindical de CC.OO. ha interpuesto
contra la Empresa hemos ganado la batalla de los reconocimientos médicos ya que
hoy en día son ILEGALES, ahora está en manos de todos que no busquen un
resquicio legal, basado en los informes de su servicio médico y con la
connivencia de UGT-CGT para que vuelvan a imponérnoslos. Si no nos revelamos, si
no nos posicionamos todos a este lado de la barricada, si actuamos con
indolencia… decidme ¿Cuántos de vosotros os jubilaréis en este trabajo cuando
los motivos para declararnos no aptos son subjetivos y totalmente arbitrarios?
Una última reflexión: Desde que existe este servicio, ¿Cuántos de
nuestros compañeros han muerto en el trabajo por su estado de salud y cuantos
quemados por decisiones ajenas a ellos?
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